La/el educador/a debe ser un ejemplo a seguir, que proporcione un clima de seguridad afectiva al niño, para que este se sienta libre para investigar, explorar, manipular, interesarse por las actividades, en el aula, por ello el educador/a debe ser equilibrado/a, sin altibajos emocionales, ofreciendo una estabilidad psicológica a sus alumnos.